La crisis económica ha terminado por enterrar uno de los proyectos más ambiciosos puestos en marcha por el Ayuntamiento de Sevilla en la última década: el plan director de aparcamientos. El objetivo de este proyecto, presentado en el año 2003, era construir 67 parkings subterráneos para residentes repartidos por toda la ciudad. Hoy, siete años después, el Consistorio sólo ha logrado inaugurar tres -el de José Laguillo, el de la Ronda de Triana y el de la avenida de Coria- y empezar las obras de otros dos, el de los jardines del Valle y el de Bami. Ambos proyectos están completamente paralizados por los problemas económicos de la empresa Azagra, encargada de la construcción de ambos recintos.

El propio alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, admite que cumplir con los objetivos que se marcaba este plan es imposible, dada la situación económica actual. En declaraciones a este periódico, el regidor explicó que la clave del plan estaba en la financiación público-privada. Mediante este modelo, el Ayuntamiento cedía el terreno y los correspondientes estudios de viabilidad y licencias a una constructora que financiaba la obra a cambio de explotar luego la gestión de los parkings una vez construidos. "Es un modelo muy interesante, pero que no resulta válido en los tiempos de dificultades económicas. Estamos teniendo muchos problemas para sacar adelante los aparcamientos porque las empresas no tienen liquidez ni tampoco los bancos les dan crédito, por lo que no pueden iniciar las obras. Las previsiones del plan director se hicieron en otra época, en otro momento económico", expuso Sánchez Monteseirín.

La crisis ha terminado de enterrar un proyecto que ni siquiera en momentos de bonanza económica tenía visos de convertirse en realidad. Viendo las dificultades para construir tantos aparcamientos, el Ayuntamiento decidió darle prioridad a 19 de ellos, que en total sumarían 6.090 plazas y que en teoría tendrían que estar listos antes de las elecciones municipales de 2007. Tampoco fue posible cumplir el objetivo, en parte porque el Consistorio aportó una media de sólo tres millones de euros para cada aparcamiento. Ante las quiebras o falta de liquidez de las constructoras, el Consistorio incluso trató de encargar las obras de los parkings a Emvisesa, tal y como hizo con otras construcciones públicas como la ampliación del Palacio de Exposiciones y Congresos.

Lo cierto es que en siete años sólo se han abierto tres aparcamientos de 67: el de José Laguillo, el de la avenida de Coria y el de Crucero Baleares, en la ronda de Triana, este último con numerosos problemas en la fase de construcción por las grietas aparecidas en las viviendas de la calle Manuel Arellano. Las obras de otros dos aparcamientos han comenzado pero se han paralizado por completo por las dificultades económicas que atraviesa la constructora Asagra, propietaria de la sociedad Equipark, que promueve ambos parkings.

En los jardines del Valle ya habían comenzado las catas arqueológicas previas a la construcción del parking. Cuando faltaba una semana para terminar estas prospecciones, a finales de junio, el equipo que realizaba estos trabajos se marchó dejando la obra paralizada. "Me llamó la responsable de las catas y me comunicó que se iban porque la empresa no les pagaba. Fue una sorpresa porque pensamos que todo iba a salir bien por fin y que para septiembre estarían ya las obras en marcha", explicó ayer a este periódico Angustias Jiménez, miembro de la plataforma para la construcción de este aparcamiento.

En la plaza Rafael Salgado, en Bami, las obras ya habían comenzado, por lo que el proyecto estaba algo más avanzado que en el Valle. Sin embargo, la situación actual es la misma, con la obra completamente paralizada. "Nadie, ni del Ayuntamiento ni de la constructora, se ha puesto en contacto con nosotros para comunicarnos nada, pero ahí nadie está trabajando desde hace unos meses. Realmente estamos indignados, tenemos la obra empantanada y nadie nos quiere confirmar la quiebra de la constructora", indicó el presidente de la asociación Bami Unido, Antonio Núñez.